Mi sueño era recorrer el mundo con ella. Así que fui al concesionario de motos Suzuki y nada más entrar me dijeron que tenía que rellenar un formulario y al acabar me dijeron que había ganado una moto.Pero cuando fui a mirar qué moto me había tocado, me di cuenta de que era justo la que yo quería.
Al principio todo iba bien y estaba súper contenta e ilusionada, con ganas de recorrerme el mundo.
Empecé por Madrid y cuando me quise dar cuenta había acabado frente a un mar sin salida.Yo toda agobiada y sin saber qué hacer intenté contactar con la policía, pero se me había apagado el móvil. Yo ya me di por vencida y me quedé en la orilla del mar sentada.
De repente las ruedas de mi moto se convirtieron en flotadores con forma de patitos.
Yo sin pensármelo dos veces, introduje mi "flotamoto" en el agua y seguí mi recorrido.
Después de una hora la moto se quedó sin gasolina y no me quedó otra que parar en un desierto que tenía al lado. Bajé de la moto, fui caminando en busca de una salida, y cuando me quise dar cuenta mis pies se estaban hundiendo, miré para abajo y me di cuenta de que habían arenas movedizas y no tenía pinta de que consiguiera salir de ahí con vida. Cuando la arena me rozaba el cuello noté una sensación como que me dormía.
Sin ninguna explicación, abrí los ojos y estaba en mi cama mientras mi madre me preguntaba si estaba bien. No entendía nada, hasta el momento en el que me di cuenta de que todo había sido un sueño.
Cuando fui a desayunar mi madre me sacó el tema de mi cumple dándome la sorpresa de que me iban a comprar la moto que quería, en ese momento mi estado físico cambió por completo y mis únicas palabras fueron: "¡¡NO, POR FAVOR!!".