En la noche, Gaia se preparó la mochila para poder encontrar a Tobir. A media noche, salió por la ventana, con cuidado de no hacer ruido para que no le descubrieran los guardias del castillo o se lo harían saber a sus padres.
Después de esquivar a todos los guardias, se adentró al frondoso bosque que había detrás del castillo, empezando allí su búsqueda, y posiblemente su mayor desafío.
Mientas tanto en la choza, Líe estaba planeando su siguiente enseñanza para los nuevos alumnos de la Choza.
Gaia continuó con su búsqueda en la oscura y fría noche, pero oyó un ruido y se quedó paralizada del miedo, ahí apareció una mujer con un rostro pálido y unas vestimentas oscuras. Gaia estaba aterrada, pues ella no veía casi nada en aquel oscuro bosque.
De repente, Gaia oyó una voz siniestra que le decía:
-Sé lo que buscas, esta noche estabas en busca de un alma perdida, pero por desgracia sigues sin encontrar lo que buscas.
-¿Cómo lo sabes? ¿Tú sabes dónde está? ¿Me podrías ayudar a encontrarlo?
-Yo no puedo ayudarte, pero sí puedo decirte que lleves cuidado, hay una bestia en el bosque que va secuestrando a niños, puede que ella tenga a Tobir.
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¿Quién será la bestia? ¿Qué pasará con la mujer? ¿Conseguirá Gaia encontrar a Tobir?